Las situaciones de estrés generalmente suelen provocar, una alteración de la respiración, haciendo que esta sea más rápida y superficial. Esto repercute en la capacidad funcional de los pulmones y en la oxigenación de la sangre, lo que obliga a un mayor trabajo del corazón y del sistema vascular.
Es importante que las personas que padecen el síndrome del burnout realicen una serie de técnicas de control de activación fisiológica que reducen el nivel de activación general del organismo y controlan los niveles de activación de un determinado órgano, como respirar de forma diafragmática y el control de la respiración recordando imágenes que tengan un efecto tranquilizante.
Gómez, Ingrid Carolina. Gómez, Sandra Ximena. (2005). Síndrome de Burnout (Intervención preventiva) Manual para psicólogos. Pontificia Universidad Javeriana.
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